martes, 9 de agosto de 2011

Arde Londres: algunas causas de los disturbios

Capitalism isn´t working                    Foto: Horacio Oliveira

La ola de disturbios que se vienen sucediendo en Londres desde el sábado 6 de agosto parece que es solo el inicio de una grave crisis social que aflora después de las reformas emprendidas por el primer ministro Cameron y su alíado Nick Clegg. La raíz de las protestas fue la muerte de un joven de 29 años, vecino de Tottenham y padre de 4 hijos. El joven murió acribillado por la policía según varias fuentes pero todavía queda por aclarar las causas que según la policía se debió a un tiroteo cruzado.  Sin embargo, el diario británico The Guardian afirmó en una información recogida por El País que “la bala que se encontró incrustada en el aparato de radio de un policía procedía de una pistola policial y no del arma que se supone que llevaba consigo Mark Duggan en el momento del incidente”.

La escalada de violencia ya se cobró otra víctima mortal debido a los enfrentamientos entre policías y jóvenes en barrio de Croydon, al sur de la ciudad. El día lunes se sumaban a las protestas, históricos barrios con tensiones sociales como Hackney al este de Londres, (Lewisham, Peckham, Croydon y Claham Junction) al sur, (Camden y Einfield) al norte y Ealing al oeste. Han sido quemados varios edificios, coches policiales, autobuses y se han saqueado varios comercios. Hasta el momento se han realizado 525 detenciones, 100 de ellas con cargos según informa Sky News hasta las 13:00 del martes hora local, aunque las autoridades han respondido de que habrá nuevas detenciones. Además el gobierno a acordado aumentar el despliegue de policías de 5700 a 16000 activos para la noche del martes. La MP (Policía Metropolitana) incluso a considerado el uso de balas de goma.

Las revueltas también traspasaron las fronteras de Londres; ciudades como Birmingham, Liverpool, Manchester y Bristol se han visto sacudidas por jóvenes que continuaban con los disturbios. Todo el caos recuerda a los últimos disturbios vividos hace 26 años donde Cynthia Jarrett, una madre negra de dos hijos, murió después que la policía entrara en su casa. Aquello ocurrió después de que la policía tirotease otra mujer negra, Cherry Groce, en Brixton, al sur de Londres. Varias organizaciones sociales y políticas venían advirtiendo ya de las crecientes tensiones que existen entre la constante presión policial y los vecinos de los barrios más pobres de Londres. Un destacado miembro de la United Against Racism decía al periódico Socialist Worker que “hay un gran malestar por el racismo policial y sobre como la policía acecha a la gente del barrio parándoles y registrándoles”.

Aparte de la presión policial, una de las causas fundamentales que desató la ola de disturbios es la creciente frustración entre los jóvenes de los barrios marginales debido a la incertidumbre a la que se enfrentan, sobre todo después de los durísimos ajustes emprendidos por el gobierno del conservador Cameron y del liberal demócrata Nick Clegg. La investigadora especializada en la juventud, Harriet Sergeant, que escribe para un centro de estudios conservador afirmó para la BBC Mundo que “hay una gran cantidad de jóvenes sin formación en las calles sin nada que hacer ¿Qué creemos que van a hacer? Los sacamos de la escuela a la edad de 13 o 14 cuando apenas son capaces de leer y escribir (...). Como me dijo uno de ellos: tu hijo va de la escuela a la universidad, nosotros vamos de la escuela a la cárcel”.

A pesar de las condenas oficiales y de la desaprobación de la mayoría de la población, los más críticos perciben que existen razones más profundas para el desencanto y la frustración que ha llevado a cientos de jóvenes a actuar de esa forma tan irracional.  "Son delincuentes y lo que han hecho es inexcusable, pero también creo que hay que entender que muchos de ellos no tienen un lugar en la sociedad, y eso es extremadamente peligroso", señalaba la ya nombrada investigadora Sergeant. Otro informe presentado en 2010 por el Instituto de Estudios Fiscales (IEF) preveía que “serían las familias más pobres las que más se vean perjudicadas por la nueva era de austeridad” Entre otras cosas se anunciaba que las familias con hijos de menos ingresos sufrirían un descenso del 5,2% en sus rentas, a causa del recorte de los subsidios que reciben por la vivienda y otros conceptos. Las familias de clase alta afrontarían un descenso de ingresos del 1,1%.

Todo esto como parte de las medidas emprendidas por la coalición Cameron – Clegg que se proponen desde el año pasado ahorrar 92.000 millones de euros en cuatro años. Con estas medidas se afecta a los más vulnerables; por ejemplo, un minusválido casado con una persona que trabaja recibía hasta ahora una ayuda permanente. Ahora, la perderá a los 12 meses, incluso aunque el cónyuge reciba sólo el salario mínimo. The Guardian también apuntó el recorte del subsidio de unas 500 libras esterlinas (poco más de 600 euros) semanales a las familias pobres, mientras suprimirá otras prestaciones que han sido pilares del sistema de bienestar en Reino Unido en los últimos 80 años. Todo ello sin contar con los más de 490000 empleos públicos que se perderán por el aumento en la edad de jubilación, o por ejemplo la decisión de triplicar las tasas universitarias entre otras medidas impopulares.

 Con este panorama resulta muy difícil conocer el alcance de todos los disturbios para los próximos días. Después del impresionante despliegue hecho por Scotland Yard (que también sufre los recortes) en Londres, la violencia cobró fuerza en ciudades como Manchester o Birmingham donde hubieron escaramuzas entre la policía y al menos 2000 jóvenes en la noche del martes. Seguramente el gobierno, presionado por las críticas de los ciudadanos, haga frente a la violencia con un mayor aumento de las fuerzas de seguridad, aunque todavía queda el reto del gobierno y la sociedad en general de comprender las verdaderas causas profundas de los disturbios y no solo remediar sus consecuencias. Aunque debido a la cada vez más difícil crisis capitalista el futuro se presenta poco halagüeño.

No hay comentarios: