lunes, 9 de noviembre de 2009

Es que era "rojo"

Este titular bien podría haber sido el argumento más común para el despido de periodistas en los decenios negros de la dictadura franquista, o cualquier otra dictadura fascista. Pero no es mi intención rememorar aquellos odiosos años. Más bien quería explicar, contextualizando de la forma más sencilla, el motivo por el que echaron a la calle a Rafael Reig.

A este loco periodista lo descubrí por primera vez en el periódico Público, me fascinó esa ironía para tratar temas serios, esa irreverencia que despliega en los temas importantes, esa lucidez ante la locura de los problemas; pero sobre todo, lo que más me llamo la atención, es el análisis crítico que hace desde la izquierda sobre cualquier tema. Pero hubo algo más que llamó la atención: que siendo como es, lo dejaran escribir en un diario nacional.

Para nosotros, los que creemos en la utopía, la llegada de Público a la esfera nacional fue una especie de oasis dentro de un desierto de desinformación. Acostumbrados a leer en los medios nacionales medias verdades, omisión de noticias o noticias falsas (que las hay), con Público se nos abrió un horizonte de posibilidades para que la opinión pública no estuviera monopolizada por el bipartidismo tradicional.

Reig escribía en su columna diaria Carta con respuesta, sobre los temas más dispares, relevantes e irrelevantes. Con un humor desenfadado lo mismo se burlaba o criticaba al Papa y su homofobia institucional, pasando por los excesos del PP y llegando a los millonarios de turno. Pero no solo se contentaba con eso, sino que el compromiso con sus principios no lo eximían de pronunciarse contra el PSOE y contra quien hiciera falta. Algunos lo tildan de radical pero a mi modo de ver no es más que un hombre honesto consigo mismo hasta la médula. Capaz de decir sin medias tintas que le miraba el escote a la compañera, así sin más.

Es más que seguro que fue ese tesón en la búsqueda de un periodismo desinfectado y la lucha por decir la verdad, aunque sea “su verdad”, lo que lo obligó a salir del medio. Claro que no se le dijeron directamente (como es lógico en gente de modales), sino que utilizaron la típica argucia de: “te necesitamos en otro sitio”. Como era lógico también en un hombre de su carácter, no aceptó y se fue. Desde luego es comprensible (aunque lamentable al tratarse de un “medio de comunicación”) que Público es un negocio como cualquier otro, y como tal tiene derecho (en el sistema actual) a tener sus beneficios, se rige por la oferta y la demanda y puede prescindir de sus trabajadores cuando no sean rentables o sean inoportunos. Reig resultaba molesto porque mordía la mano que le daba de comer y eso… ya se sabe.

Con esta jugada queda más que demostrado el giro ideológico que está dando el medio, primando así los intereses económicos, en detrimento del derecho a una información de calidad. Que placentero era leer ese diario, que dio voz a muchos que siempre se intenta callar desde el poder, sin embargo ahora… Aunque lo que resulta más paradójico es que bajo la apariencia de ser un periódico progresista (que lo es en gran medida, aunque cada vez menos), que regala libros de Marx, de Rosa Luxemburgo y de Lenin, que fueron callados por el poder, se haga lo mismo ahora en casa.

Sin embargo creo que Reig habrá pasado página ya, y ya estará buscando por los vericuetos de la realidad, aquella mágica palabra que lo ate a la cordura de la vida y que lo haga reírse de si mismo. Como heredero de esa irreverencia de Cortázar, nos queda ese Reig que deambulará por los bares en busca de un último whisky, o de una conversación amena sobre literatura, mujeres o política, y que seguirá lanzando desde los más inverosímiles reductos de la palabra certera, sus más ingeniosos, honestos y comprometidos escritos para llamar al pan pan y al vino vino.

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domingo, 8 de noviembre de 2009

Colombia: una “facha”da de Democracia


Colombia presume de tener una de las constituciones más avanzadas y progresistas de América Latina; cuenta con una serie de instituciones que deberían velar por el ciudadano, así como también con una separación de poderes, todo esto con el fin de proyectar la imagen de cualquier democracia occidental. Sin embargo, al momento de hacer efectivas las funciones de estos poderes todo se traduce en que son instituciones ficticias que sirven de fachada para mantener el statu quo de una élite que gobierna el país desde épocas inmemoriales.

La historia de Colombia es tan convulsa y compleja que se necesitarían más de un simple análisis para conocer a fondo todo el doloroso panorama actual. Pero una mirada hacia el pasado habla de una Colombia marcada desde el inicio de la independencia de la España colonialista, es decir, desde sus inicios. A partir de esos incipientes andares independentistas empieza la lucha por el poder. Como en otros países del mundo se crean dos corrientes políticas: liberales y conservadores. Luego vendrán innumerables guerras civiles que crearán más inestabilidad al país.

Sin embargo un hecho fundamental marcará el inicio de la nueva historia (que sigue siendo la vieja) de Colombia: el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. Muy querido por las masas, especialmente por los empobrecidos, muere el 9 de Abril de 1948 como consecuencia de su incansable lucha contra las injusticias cometidas por los conservadores (estos propiciaron el asesinato de muchos liberales). A partir de esa fecha sangrienta conocida como “el Bogotazo” donde murieron cerca de 3000 personas, se iniciará otra guerra civil que marcará a la ya dividida República de Colombia.

Desde esas fechas el paramilitarismo tomará una fuerza brutal. Alentados y patrocinados por los terratenientes, conservadores y más élites que dominaban (o dominan) el país se irán institucionalizando con el paso de los años llegando al paroxismo del actual gobierno de Colombia. Si bien el presidente Álvaro Uribe no creo el paramilitarismo, desde sus años de Gobernador de Antioquia este tendrá una presencia más visible e institucionalizada en todos los poderes del estado y la sociedad, llegando a gangrenar a buena parte del país. El ejemplo más reciente está en que cerca de 70 de los 268 congresistas colombianos se encuentran hoy, o presos, o investigados por sus actividades criminales derivadas de sus alianzas con el paramilitarismo. Entre ellas se cuenta el primo del actual presidente Uribe y ex presidente del Congreso que sostuvo relaciones con el máximo jefe de las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) Salvatore Mancuso, autor confeso de 336 asesinatos.

El caso más reciente de la “parapolítica” es la reapertura de la investigación contra el actual Vicepresidente de la República de Colombia Francisco Santos por nexos con los paramilitares. El mismo Mancuso reveló que Santos estaba muy interesado en crear un grupo paramilitar en Bogotá que "contaría con el auspicio y la colaboración de la Fuerza Pública". Y para colmo de males, es muy conocido también el vínculo del presidente de Uribe con el narcotráfico. Amigo íntimo de Pablo Escobar Gaviria (el narcotraficante más conocido del mundo), ayudó a crear la infraestructura aérea para poder sacar la cocaína a USA. Así lo revela la periodista y amante de Pablo Escobar Virginia Vallejo en su libro "Amando a Pablo, odiando a Escobar". Otra evidencia de los vínculos de Uribe con el paramilitarismo y el narcotráfico lo da Sergio Camargo, autor del libro "El narcotraficante nº 82 Álvaro Uribe Vélez” quien escribe que "en los años 90 figuraba en una lista elaborada por Estados Unidos, como uno de los narcotraficantes más peligros de América Latina. En la misma lista, figuraba justo tres números antes, en el 79, Pablo Escobar".

Entre tanto Colombia sigue siendo el país más peligroso para ejercer el sindicalismo. En un informe especial, AI reveló que "entre 1991 y 2006 2.245 de ellos fueron asesinados, 138 desaparecieron forzadamente y 3.400 más fueron amenazados". Los responsables de estos hechos execrables son los paramilitares, el ejército y el gobierno. Ser de izquierdas suele costar amenazas, el exilio o la muerte, así lo evidencia el genocidio del partido político Unión Patriótica, donde en menos de una década fueron asesinados unos 4.000 simpatizantes, militantes y dirigentes del fallido brazo político de las FARC que truncó así el sueño de conseguir una solución política al conflicto que Colombia acarrea desde hace varias décadas.

Con este panorama no es difícil creer que el país esté en manos de unos mafiosos y asesinos. En Colombia el terrorismo de estado es la norma, la impunidad es la Justicia y la paz es un espejismo de seguridad. Bajo su política de “Seguridad Democrática” Uribe Vélez ha creado una estructura poderosa para ejercer el terror en todos aquellos que no piensan como él. Para eso ha puesto ha su servicio al DAS (servicio secreto) que actúa para espiar a opositores, estudiantes, sindicalistas, líderes campesinos, defensores de los derechos humanos, etc. Otro de los elementos más escabrosos de la famosa ley de “Seguridad Democrática” son los llamados falsos positivos que no son más que el asesinato de civiles (la mayoría jóvenes y campesinos humildes) por parte del ejército y que luego aparecen dados de baja como guerrilleros. De esta forma los soldados y oficiales del ejército reciben recompensas, incluso vacaciones.

Otro hecho dramático es el increíble desplazamiento interno de cinco millones de personas. Es uno de los éxodos más grandes de toda la humanidad, sin embargo poco o casi nada sale en los medios de comunicación de masas. La gran mayoría son campesinos, afro descendientes e indígenas que huyen de las amenazas de paramilitares a sueldo de terratenientes e industriales de los agro negocios que desean sus tierras para expandir los monocultivos. A esto hay que sumarle los gravísimos problemas por la instalación de siete nuevas bases militares de los Estados Unidos, so pretexto de combatir el narcotráfico y el terrorismo. Sin embargo parecen destinadas a controlar América Latina, como Israel lo hace en Oriente Próximo. De esta forma menoscaba la propia soberanía colombiana, así como supone un grave problema para los países de la zona que están embarcados en procesos de cambio.

Lo paradójico resulta que ante el actual panorama de violación de derechos humanos, desplazamientos forzados, criminalización de los movimientos sociales contrarios a esa política de despojo y atropello, el presidente Uribe Vélez goce de más del 70 % de apoyo en toda Colombia. Esto sería incomprensible si no estuvieran detrás las multinacionales y los poderosos medios de comunicación que sirven de portavoces del gobierno. Entre otras empresas españolas acusadas de graves denuncias por violar el derecho de asociación, así como de otros derechos se encuentran Gas Natural, Sanitas Internacional, Grupo Planeta, Grupo Prisa (acusado de despedir a sindicalistas cuando compraron radio Caracol), Unión Fenosa, Coca Cola, y una larguísima lista, de las cuales muchas están acusadas de colaborar directamente con el paramilitarismo. Es el caso de Chiquita Brands (la antigua United Fruit Company), acusada de “haber cedido a la extorsión de grupos paramilitares de ultraderecha para proteger sus intereses en Colombia” y mundialmente conocida por la masacre de trabajadores en Santa Marta en la cual basa García Márquez una parte de Cien Años de Soledad,

Frente a este panorama desolador parece imposible luchar contra ese gigantesco monstruo que vigila los privilegios de una minoría mientras condena a los más a la miseria, a la injusticia y a la guerra. Pero al contrario de lo que se pudiera pensar existen estudiantes, campesinos, sindicalistas, y más movimientos sociales que luchan a sabiendas de que esto cuesta la vida, lo cual resulta más heroico. Como decía el subcomandante Marcos: "Elige un enemigo grande y esto te obligará a crecer para poder enfrentarlo. Achica tu miedo porque, si él crece, tú te harás pequeño". Hay algo que muchos no saben y es que al entregar sus esfuerzos por la paz y justicia en Colombia, esa lucha es también por una humanidad que clama por vivir con dignidad, en un mundo que se va al carajo por culpa de unas élites rapaces.

*Texto y foto: Fernando Chamorro Hernández

Principales fuentes del Texto (se omiten muchas por cuestión de longitud):

Público (19 Oct. 2009)
http://www.publico.es/internacional/262036/vicepresidente/colombia/investigado

El Mundo.es (4 Agos. 2007)
http://www.elmundo.es/papel/2007/08/04/mundo/2168635.html

El País (12 Oct 2009)
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Colombia/mira/espejo/elpepiint/20091012elpepiint_8/Tes

ACNUR
http://www.acnur.org/crisis/colombia/desplazamiento.htm

Amnistía Internacional
http://www.amnesty.org/es/stay-informed/publications/books/sindicalismo-en-colombia

Whashington Post
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/01/25/AR2007012501202.html

Rebelion.org (varias noticias y artículos)
http://www.rebelion.org

http://www.lahuelladigital.com/?p=3777